Ir al contenido principal

El Camino Espiritual


Por Guadalupe Podestá Cordero
A menudo ocurre que las personas inician su camino de búsqueda espiritual y surge la fascinación por los descubrimientos que se van haciendo, pero a la vez que crece la luz del conocimiento crecen las sobras, por el hecho mismo de las polaridades cósmicas.

En los textos más antiguas y más modernos se habla de “El Iniciado o Iniciada”. Esto se debe al hecho de que debe une posicionarse en el punto en el que está, en general ese iniciade ha pasado por algunos niveles de conocimiento, los cuales tienen ceremonias de iniciación, pero he aquí la cuestión. 

Que se tengan iniciaciones y se acceda a ciertos grados no implica que se llegue a ser “obra terminada”, porque la búsqueda y el aprendizaje jamás terminan.

Cada día, nuestro tiempo nos da la oportunidad de conocer y aprender algo nuevo, lo cual nos remite contantemente al lugar de aprendiz.

En este punto es acertado, según nuestra visión particular, recordar que el aprendiz sólo se hace con los conocimientos cuando tiene la valentía de preguntar, ya que cualquier docente (pensando en el rol de quien imparte y comparte la enseñanza) solo debería avanzar sobre lo que el estudiante pregunta, de lo contrario sería imponer conceptos a quien no está listo para recibirlos.

Si bien, no existe una sola manera de aprender y de enseñar, en las cuestiones que hacen a este campo, la pregunta es clave y la disposición del alumne también.

Por otro lado nos enfrentaremos siempre al tema del ego, que es quien alimenta la parte más dañina de la sombra personal. Quien piense que todo lo sabe, q2uien crea que puede llamarse Maestro o Maestra en las lides del espíritu, debe recordar que sólo puede serlo en tanto tiene alumnos delante, porque a solas somos humanes comunes y corrientes.

Una de las mejores cosas que me regaló el haber estudiado Parapsicología en el área fenomenológica y psicotrónica, fue comprender que no existen los elegidos y que no existen los “dones o poderes”, comprender que todes podemos hacer todo, que las maravillas son humanas y que no tiene límite, entonces no existe ese que puede entronizarse en el sitial de “Elegido - Elegida”

Otro desafío es no desprendernos de nuestra vida en torno de la sacralidad, quien se aboca a las tareas que considera “sagradas” borrando todo lo que considera “mundano” renuncia a sus ganas de experimentar la vida. Encarnamos para aprender a vivir como humanos de la mejor manera posible, eso no implica que al asumir una búsqueda de iluminación o una experiencia trascendente, dejémos de ser nosotres mismes.

Por el contrario, quien busca la sabiduría, la trascendencia, debe saber disfrutar de los placeres humanos, reír, bailar, celebrar, disfrutar del cine, de una buena comida, de algunas cosas que pueden parecer superficiales pero hacen al hecho gozoso del estar vivos moviéndonos en el tejido humano. 

La acción contraria implica que no nos aceptamos tal cual somos, ¿si no nos aceptamos como nos aceptaría la o las divinidades?

En su búsqueda sea prudente, use el sentir y la lógica, no avance a tontas y locas, disfrute del hecho de descubrir, cuestionarse y aprender. Porque si todo es celestial el cuerpo se siente abandonado y si todo es terrenal el espíritu no vuela.

Vivir es tomar todas las experiencias y comprenderlas, vivirlas y modificarlas o disfrutarlas como personas, sino, nada somos más que un gran ego que estorba la evolución y lastima a quienes nos rodean.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Frase de las Hadas

"Las sombras sólo comienzan a desvanecerse cuando, quien las ve, mana luz y desde su corazón"

Ceres, Diosa Romana de la Agricultura

  Ceres era hija de Saturno y Ops, madre de Proserpina, hermana de Juno, Vesta, Neptuno, Plutón y Júpiter. Enseñó a los humanos el arte de cultivar la tierra, de sembrar, recoger el trigo y elaborar pan, lo que hizo que fuese considerada diosa de la agricultura. Su hermano Júpiter, prendado de su belleza, engendró con ella a Proserpina (asimilada a Perséfone en la mitología griega). También Neptuno se enamoró de ella, y para escapar de éste Ceres se transformó en yegua, pero el dios se dio cuenta y se transformó a su vez en caballo, siendo así Ceres madre del caballo Arión. Ceres era también la patrona de Enna (Sicilia). Según la leyenda, rogó a Júpiter que Sicilia fuese ubicada en los cielos. El resultado, debido a que la isla tiene forma triangular, fue la constelación Triangulum, uno de cuyos nombre antiguos fue «Sicilia». Tenía doce dioses menores que la ayudaban y estaban a cargo de los aspectos específicos de la agricultura: Vervactor, que transforma la tierra en barbe

La diosa Dana

Dana (irish gaël) Danu (scotish gaël) o Dôn (welsh) es la Madre de los dioses para los pueblos celtas insulares. Diosa de la Luna que gobierna las mareras, los ciclos de pesca y de cosecha. Patrona de hechiceros y augures, sus templos eran atendidos por Bandruidh (druidesas) a las que la gente acudía a consultar. También gobernaba la Tierra de los muertos, así que los druídas debían pedirle permiso para guiar las almas de los recién fallecidos al otro mundo. Algunos autores la ligan con la dios bretona Modron y a través de ella con el mito artúrico de Morgana, esta última tomada como maestra de brujas y sacerdotisas de la Diosa. A Dana se le pide prosperidad, buenos ciclos en la vida, el fluir de las fuerzas sin obstrucción, que no falten alimentos y que tierras y mares sean fecundos y fructíferos.