Ritual para Sanar la Autoestima
Este ritual lo harás en la fase de la Luna
creciente, que es el momento en que la Luna comienza a llenarse para brindarnos
toda su luz. Aunque lo hagas de día, es importante respetar las fases de la
Luna cuando el ritual lo amerita.
Necesitaras: Cirio y sal “Alma”,
inciensos recinosos de “Alma”, “Kwan Yin” y “Tara Verde”; Arcilla (un poco);
Agujas de romero (sólo un pequeño puñadito), piedritas brillantes (cuarcitos,
strass de vidrio, minúsculas gemas de cristal).
La mañana de un viernes, en las primeras
horas del sol, tomarás un baño con las sales “Alma”, de estas
últimas reservarás una pequeña porción, que utilizarás en el altar.
Una vez que estés lista, irás a tu altar,
en el que habrás dispuesto: un mantel rosa y sobre este un florero con las más
bellas flores que hayas conseguido. El florero debe ubicarse sobre el este. Al
Oeste pondrás piedras rosadas. Al Sur un cuenco de agua la parte que reservaste
de las sales “Alma” y un poco de manzanilla. Al norte pondrás el sahumador,
donde sobre carbón quemarás una mezcla de los tres inciensos que mencionamos
antes. En el centro estará el Cirio “Alma” sobre un plato blanco.
Tomarás la arcilla y la pasarás sobre el
humo del sahumerio sintiendo como se limpia de influencias exteriores. A
continuación la pasarás sobre la llama del cirio (presta atención para no
quemarte) para que su luz sirva de conexión con la energía cósmica y la
terrestre.
Le darás forma a una pequeña muñeca, a
medida que la moldeas, la energía de la Madre Tierra la va impregnando.
Mientras la moldeas dirás: “Me libero de las malas miradas, de las críticas, de
los prejuicios, de la envidia y me libero del sufrimiento que esto me causó”.
En el instante en que tu muñeca comience a limpiarse lo harás tú también.
Ahora, tomaras con una mano la muñeca y con
la otra un puñado de agujas de romero, manteniendo la idea que has pronunciado,
arrojas el romero al incensario para que se queme y saque de tu vida todo eso
que te ha dañado por tanto tiempo. Entonces pasaras a la muñeca sobre ese humo
repitiendo la afirmación una vez más.
En este momento llega tu ejercicio de
paciencia para contigo misma.
Comenzarás a poner tus objetos brillantes,
uno por cada valor que tengas (hablamos de valores espirituales; ejemplo: me
merezco una gran vida porque soy leal, trabajador/a, buena amiga, amorosa, gran
cocinera, etc.) Busca adentro para rescatar todas tus virtudes.
Esta tarea durará 7 días, después del
primer día, durante toda la semana dedicarás un rato a completar de brillos tu
pequeña muñeca. Durante el rato en que estés trabajando con tu muñeca, el cirio
estará prendido, después lo apagarás hasta el día siguiente (Recuerda que lo
apagas ahogando la llama con una varilla de madera, recostando el pabilo y
volviéndolo a parar para que esté listo para el siguiente día). Así hasta el
séptimo día ese día dejarás que el cirio se consuma hasta el final.
El séptimo día, levantarás los restos del
cirio (con una espátula plástica o de madera, nunca uses nada de metal ni nada
que signifique “corte”) y los enterrarás bajo una planta de flor que hayas
elegido para esto y a la que cuidarás con la misma dedicación con que cuidas de
ti misma. En cuanto a la muñeca, la guardarás, en una bella bolsita de la tela
más linda que encuentres y a la que habrás cosido tu misma, entre tus cosas más
preciadas, para que irradie tu vida todo el tiempo y permanezca oculta de las
miradas indiscretas.
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