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Ritual Semanal


Ritual Reparador de Corazones Rotos.

Elementos Necesarios: Un cirio, óleo y sales de la línea “Reparador de Sueños” de Edenia Mágica; plato banco, mantel rosado o blanco en su defecto, 3 cuarzos rosas o, si el dolor es muy grande, un cuarzo rosa, uno cristalino y un granate; pétalos de una rosa roja, un cuenco con agua, una vela zodiacal de tu signo; sahumerio “Encanto Lunar”  en el sahumador.

Realización: Al amanecer de un día viernes tomarás un baño utilizando las sales, luego usarás el óleo colocando una gota en cada sien, una en el Chakra cardíaco, una en cada planta de los pies y una en cada palma de las manos.

Prepararás tu altar colocando el mantel rosa, sobre él apoyarás al este tu vela zodiacal, al sur el cuenco con agua y 21 granitos de las sales, al oeste los tres cristales, y al norte el incensario o la varilla. En el centro pondrás el plato con el cirio ya libre de su envoltura. Alrededor del plato (no en él) dispondrás los pétalos.

De pie, frente al altar, extenderás tus manos alrededor del cirio diciendo: “Así como se consume el cirio día a día, del mismo modo desaparecen las heridas y las penas de mi corazón y mi alma resurge libre y feliz. Que mis sueños sean restituidos para cumplirse en amor y alegría en nombre de (Aquí puedes usar distintas denominaciones: Afrodita, Venus, Frigg, María, la Diosa, la Madre/Padre, o quien más te agrade) cuya voluntad y la mía se hacen una. Así sea y así será”

Lo dejarás consumirse durante dos horas cada día, recuerda dedicar unos minutos cada tanto, durante las horas que lo tengas encendido, a meditar sobre lo que significa para ti tener el corazón sano y sobre lo que quieres para tu vida.

Cuando lo apagues, no lo soples, simplemente recuesta el pabilo en la cera derretida utilizando una varita o palillo y vuelve a levantarlo, de esa forma estará listo para que puedas usarlo al día siguiente.

Finalizado el cirio, juntarás los restos del mismo con los pétalos de rosa y las cenizas del sahumerio lo envolverás en papel blanco y lo quemarás. Las cenizas resultantes las arrojarás al viento.

El óleo restante lo usarás cada día, hasta terminarlo.


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