Por Guadalupe Podestá Cordero El paso del tiempo es inexorable. La vida avanza y se modifica, los pasos siguen su curso y, como un río imparable, nuestra vida transcurre. Hace semanas que Estela "Tabby" Cordero enfermó gravemente, hace 10 días dejó este plano, en la profundidad estoy segura de que era su tiempo y decidió volar. Fue la fuente iniciadora de mi vida y mi maestra a lo largo de la encarnación que compartimos juntas. Nada es casual, no reencarnamos juntos porque si, sino porque los caminos de la evolución son grupales, comunitarios, y porque nos elegimos, siempre. Para quienes no la conocieron en persona, les cuento, que mi madre vivió mucho y bien, vivió una vida de experiencias, con momentos bellos y momentos feos, como todos los mortales que pisamos la tierra, investigó, aprendió, enseñó. Vivió grandes transformaciones y dejó el mundo llena de amor y de paz. Nos queda, a los que compartimos la vida con ella, el corazón lleno de un amor infinito, la al