Ir al contenido principal

Ritual Semanal


RITO LUNAR DEL PODER FEMENINO

Las vibraciones lunares infunden nuevas fuerzas a la especial sensibilidad de la mujer para captar y orientar las energías cósmicas favorables, canalizándolas con sutil precisión en favor de sus deseos y necesidades, así como en beneficio de los que la rodean.

La mujer, madre, esposa, amante, novia, hermana, hija, amiga y compañera reúne en sí una intrincada trama de afectos y responsabilidades, que a menudo se ve amenazada por las vibraciones negativas que se entrecruzan con las positivas, y por la propia dificultad para analizar, comprender y defender sus sentimientos. 

El hechizo del poder femenino nos ayuda a clarificar esa red de afectos y nos da fuerzas para conservarlos e incrementarlos.

  • Trazar con tinta azul sobre un papel blanco dos triángulos que formen una estrella de seis puntas y colocarlo sobre una mesa vacía, a la luz de la Luna.
  • Colocar alternadas tres velas plateadas y tres velas blancas en cada vértice.
  • Situar en el centro un espejito vertical.
  • Encender las velas de izquierda a derecha, comenzando por una plateada.
  • Inspirar profundamente y agacharse hasta que el rostro se refleje en el espejo.
  • Mirarse a los ojos e invocar intensamente la fuerza lunar
  • Poner el espejo hacia abajo y apagar las velas
  • De pie, mirar a la Luna y sentir como sus vibraciones nos inundan de energía.


Consejo: El paso fundamental de este rito es el último, cuando ha finalizado el sortilegio y la Luna dirige a nosotros sus efluvios de poder.
Es importante concentrarse y visualizar las vibraciones que dimanan de la Luna hacia nuestra persona, siempre sin dejar de mirada.


Imagen relacionada

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Frase de las Hadas

"Las sombras sólo comienzan a desvanecerse cuando, quien las ve, mana luz y desde su corazón"

Ceres, Diosa Romana de la Agricultura

  Ceres era hija de Saturno y Ops, madre de Proserpina, hermana de Juno, Vesta, Neptuno, Plutón y Júpiter. Enseñó a los humanos el arte de cultivar la tierra, de sembrar, recoger el trigo y elaborar pan, lo que hizo que fuese considerada diosa de la agricultura. Su hermano Júpiter, prendado de su belleza, engendró con ella a Proserpina (asimilada a Perséfone en la mitología griega). También Neptuno se enamoró de ella, y para escapar de éste Ceres se transformó en yegua, pero el dios se dio cuenta y se transformó a su vez en caballo, siendo así Ceres madre del caballo Arión. Ceres era también la patrona de Enna (Sicilia). Según la leyenda, rogó a Júpiter que Sicilia fuese ubicada en los cielos. El resultado, debido a que la isla tiene forma triangular, fue la constelación Triangulum, uno de cuyos nombre antiguos fue «Sicilia». Tenía doce dioses menores que la ayudaban y estaban a cargo de los aspectos específicos de la agricultura: Vervactor, que transforma la tierra en barbe

La diosa Dana

Dana (irish gaël) Danu (scotish gaël) o Dôn (welsh) es la Madre de los dioses para los pueblos celtas insulares. Diosa de la Luna que gobierna las mareras, los ciclos de pesca y de cosecha. Patrona de hechiceros y augures, sus templos eran atendidos por Bandruidh (druidesas) a las que la gente acudía a consultar. También gobernaba la Tierra de los muertos, así que los druídas debían pedirle permiso para guiar las almas de los recién fallecidos al otro mundo. Algunos autores la ligan con la dios bretona Modron y a través de ella con el mito artúrico de Morgana, esta última tomada como maestra de brujas y sacerdotisas de la Diosa. A Dana se le pide prosperidad, buenos ciclos en la vida, el fluir de las fuerzas sin obstrucción, que no falten alimentos y que tierras y mares sean fecundos y fructíferos.