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La Pasión - El Fuego


La Pasión - El Fuego

 
El hermano fuego consume. Es verdad que ilumina, da calor, pero sólo arde mientras se alimenta.
Después de tanta energía solamente quedan cenizas.
 
Así sucede con todo aquello que entregamos a una pasión. Arde, pero su futuro es ser ceniza. Aquello que se enciende a través suyo, también muere. ¿Nos siguen interesando sus cenizas?
 
¿Sigue quedando algo de aquello que fue alguna vez? Después de la llamarada también se terminó. Entregamos varias cosas al fuego para que con él se terminen totalmente. Las cenizas ni siquiera nos dejan ver aquello que fueron. Fueron víctima del fuego voraz. .
 
Después de las llamaradas, cobijado por sus cenizas, comienza algo nuevo. El fuego lo hizo posible. Consumió aquello que se oponía a lo nuevo. Únicamente convierten en cenizas a lo viejo. Con las cenizas se duerme el fuego.
 
Infinidad de veces nos amargamos por algo. Pero solamente durante el tiempo que lo rumiamos. Arde porque lo alimentamos. Arde en nuestro espíritu y en nuestra alma mientras lo alimentamos, sin darnos cuenta que se extinguiría por completo cuando se corta la reposición del combustible de nuestros pensamientos
 
Ese fuego nos libera de inmediato si lo dejamos hacer, porque las llamas consumen aquello que llegó a su fin. El futuro queda libre de ellas. Solamente aquello que ha vivido más allá de sí mismo es sacrificado por las llamas.
 
  Tabby 05/09/14

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