Muchas veces las palabras van modificando su significado, obviamente siempre de acuerdo a la jerga imperante, en este cambio pierden la esencia. Con el devenir de los tiempos, muchas cosas han cambiado, muchas palabras se han modificado y muchos conceptos se mezclan.
Hoy en día es común oír el término “karmático” que, debo aclarar, en nuestro idioma no existe aunque sí en portugués, el concepto real Kármico pierde su sagrada sonoridad, las palabras no son conjunciones de letras al azar, su tono, su vibración, representa un algo energético necesario para que el balance sea correcto, no es una mera cuestión gramatical, sino de respeto.
Lo mismo sucede con la Metafísica, la metafísica se origina como una escuela de la filosofía en la que priman las preguntas antes que las respuestas, ya que lleva el ejercicio del pensamiento más allá de lo que el individuo puede ver, así, un filósofo metafísico, es aquel individuo que se plantea interrogantes tales como “¿existe Dios?”, “qué leyes o principios guían al universo?”, ¿Qué es la verdad?” y cosas por el estilo, no alguien que se comunica con lo que supone maestros ascendidos.
De acuerdo al avance del pensamiento global, también se han perdido de vista conocimientos básicos dentro de lo alternativo.
Hace casi veinte años me dediqué a aprender los valores cromoterapéuticos y su aplicación a la salud y a la limpieza y activación de los centros de energía conocidos como Chakras, en ese momento, cualquier cromoterapeuta conocía el efecto cristalizador y afirmante del color violeta, un tono que bien aplicado sobre huesos los volvía más duros y enfocado sobre las articulaciones las sedaba, a nadie se le hubiese ocurrido usar esa vibración sobre el chakra coronario (corona para los más nuevos). Esto que digo requiere sólo de un ejercicio simple de razonamiento: Violeta: Cristalizador, fijador del calcio, opera sobre huesos. Chakra Coronario: ubicado en la mollera o coronilla (zona del cráneo en la que los huesos están levemente separados). Bien, tengo estos dos factores, ahora completemos la suma: Si aplico una vibración cristalizadora sobre uno de los centros más importantes del cerebro ¿Qué estoy haciendo? La respuesta es más que simple, estoy cristalizando la zona, cerrándola y ocasionando a largo plazo un daño importante a nivel neurológico, que tardará años en expresarse pero que por acumulación lo hará. Ahora bien, sumemos a esto que el color violeta contiene en su composición una alta cantidad de partículas de color negro, lo cual aumenta su densidad, si yo densifico el más sutil de los chakras, la circulación energética del cuerpo se verá dañada, generando mayores cúmulos de sombras a nivel áurico. Entonces ¿Qué color debemos usaren este chakra? La respuesta es simple: Blanco diamantino, esto es blanco prácticamente transparente con destellos de luz blanca pura.
En sí, dentro del tema de los colores y su aplicación hay mucha mezcla y desorden, no es lo mismo la escala de valores cromáticos del Feng Shui que la que se usa para alinear los chakras. Jamás una cosa es “lo mismo” que la otra.
Por ejemplo: Una cosa es acallar la mente para que el ego no nos haga trampa y poder funcionar desde nuestro observador interior y otra es acallar todas las voces internas para creernos todo lo que nos cuentan, si no soy capaz de cuestionarme algo, entonces no evoluciono.
Conozco miles de autotitulados parapsicólogos que jamás se han asomado a un aula para estudiar la carrera que otorga el titulo que dicen tener. ¿Esto por qué sucede?, simplemente porque se confunden los términos no es lo mismo un Parapsicólogo que un Paragnosta. El Paragnosta manifiesta facultades paranormales activas, el Parapsicólogo es quien estudia al Paragnosta. Se puede ser ambas cosas, pero jamás existirá lo que algunos llaman “Parapsicólogo Natural”
Otra gran confusión es la de los términos: Brujo/a y Maga/o, no son lo mismo. La brujería encierra la serie de conocimientos básicos que necesita una persona para transformarse en Mago o Maga, el brujo dentro de la Magia tiene un rango menor. El Mago o la Maga, es quien sintetiza todo un caudal de conocimientos que le ha llevado años conseguir y tiene muchas iniciaciones de acuerdo a la escuela de la que haya decidido aprender. Y les recuerdo no es lo mismo Mago que Mago de Salón o ilusionista. Así como no es lo mismo brujo y curandero, curandero y sanador, chaman y manosanta.
La gente mezcla porque toma los términos que tiene a mano y engloba todo en un solo sentido, pero no es lo mejor. Cuando alguien repite una acción para garantizarse la buena suerte no es una “Cabala”, es una costumbre qué casi puede enmarcarse dentro de las formas del rito cotidiano. Cabala deviene de Kabalah, aquel sagrado estudio hebreo tan complejo y desconocido para muchos.
Entonces es una cuestión de responsabilidad usar la terminología justa en el momento apropiado, es nuestro deber aclarar estos temas, para poder entonces pedir seriedad en el trato de los mismos por parte de iniciados y no iniciados.
De lo correcto deviene lo justo y toda bondad viene de la justicia.
Hasta la próxima.
Atzim
Hoy en día es común oír el término “karmático” que, debo aclarar, en nuestro idioma no existe aunque sí en portugués, el concepto real Kármico pierde su sagrada sonoridad, las palabras no son conjunciones de letras al azar, su tono, su vibración, representa un algo energético necesario para que el balance sea correcto, no es una mera cuestión gramatical, sino de respeto.
Lo mismo sucede con la Metafísica, la metafísica se origina como una escuela de la filosofía en la que priman las preguntas antes que las respuestas, ya que lleva el ejercicio del pensamiento más allá de lo que el individuo puede ver, así, un filósofo metafísico, es aquel individuo que se plantea interrogantes tales como “¿existe Dios?”, “qué leyes o principios guían al universo?”, ¿Qué es la verdad?” y cosas por el estilo, no alguien que se comunica con lo que supone maestros ascendidos.
De acuerdo al avance del pensamiento global, también se han perdido de vista conocimientos básicos dentro de lo alternativo.
Hace casi veinte años me dediqué a aprender los valores cromoterapéuticos y su aplicación a la salud y a la limpieza y activación de los centros de energía conocidos como Chakras, en ese momento, cualquier cromoterapeuta conocía el efecto cristalizador y afirmante del color violeta, un tono que bien aplicado sobre huesos los volvía más duros y enfocado sobre las articulaciones las sedaba, a nadie se le hubiese ocurrido usar esa vibración sobre el chakra coronario (corona para los más nuevos). Esto que digo requiere sólo de un ejercicio simple de razonamiento: Violeta: Cristalizador, fijador del calcio, opera sobre huesos. Chakra Coronario: ubicado en la mollera o coronilla (zona del cráneo en la que los huesos están levemente separados). Bien, tengo estos dos factores, ahora completemos la suma: Si aplico una vibración cristalizadora sobre uno de los centros más importantes del cerebro ¿Qué estoy haciendo? La respuesta es más que simple, estoy cristalizando la zona, cerrándola y ocasionando a largo plazo un daño importante a nivel neurológico, que tardará años en expresarse pero que por acumulación lo hará. Ahora bien, sumemos a esto que el color violeta contiene en su composición una alta cantidad de partículas de color negro, lo cual aumenta su densidad, si yo densifico el más sutil de los chakras, la circulación energética del cuerpo se verá dañada, generando mayores cúmulos de sombras a nivel áurico. Entonces ¿Qué color debemos usaren este chakra? La respuesta es simple: Blanco diamantino, esto es blanco prácticamente transparente con destellos de luz blanca pura.
En sí, dentro del tema de los colores y su aplicación hay mucha mezcla y desorden, no es lo mismo la escala de valores cromáticos del Feng Shui que la que se usa para alinear los chakras. Jamás una cosa es “lo mismo” que la otra.
Por ejemplo: Una cosa es acallar la mente para que el ego no nos haga trampa y poder funcionar desde nuestro observador interior y otra es acallar todas las voces internas para creernos todo lo que nos cuentan, si no soy capaz de cuestionarme algo, entonces no evoluciono.
Conozco miles de autotitulados parapsicólogos que jamás se han asomado a un aula para estudiar la carrera que otorga el titulo que dicen tener. ¿Esto por qué sucede?, simplemente porque se confunden los términos no es lo mismo un Parapsicólogo que un Paragnosta. El Paragnosta manifiesta facultades paranormales activas, el Parapsicólogo es quien estudia al Paragnosta. Se puede ser ambas cosas, pero jamás existirá lo que algunos llaman “Parapsicólogo Natural”
Otra gran confusión es la de los términos: Brujo/a y Maga/o, no son lo mismo. La brujería encierra la serie de conocimientos básicos que necesita una persona para transformarse en Mago o Maga, el brujo dentro de la Magia tiene un rango menor. El Mago o la Maga, es quien sintetiza todo un caudal de conocimientos que le ha llevado años conseguir y tiene muchas iniciaciones de acuerdo a la escuela de la que haya decidido aprender. Y les recuerdo no es lo mismo Mago que Mago de Salón o ilusionista. Así como no es lo mismo brujo y curandero, curandero y sanador, chaman y manosanta.
La gente mezcla porque toma los términos que tiene a mano y engloba todo en un solo sentido, pero no es lo mejor. Cuando alguien repite una acción para garantizarse la buena suerte no es una “Cabala”, es una costumbre qué casi puede enmarcarse dentro de las formas del rito cotidiano. Cabala deviene de Kabalah, aquel sagrado estudio hebreo tan complejo y desconocido para muchos.
Entonces es una cuestión de responsabilidad usar la terminología justa en el momento apropiado, es nuestro deber aclarar estos temas, para poder entonces pedir seriedad en el trato de los mismos por parte de iniciados y no iniciados.
De lo correcto deviene lo justo y toda bondad viene de la justicia.
Hasta la próxima.
Atzim
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