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Mostrando entradas de septiembre, 2008

Himno Nacional En QUICHUA

Uyariychis qapariyt túkuy causaqkuna queshpita... queshpita... queshpita... uyariysh watasqasniysh pitikoqta qaaish anaqpi kikin tukuyta anaq tiaqkuna kichaarinku naa causaqkuna cha surmanta caq naa qushpisqas ka ashpamanta ninku kausaqkuna ka atun ashpaayshpi Mana aikapa tukukuchun noqayshpaq na casqantaqa anaq churakus kisikus akuiychis kausaq noqaysh waññunayshpaq kusikus nisuysh ***************************** Oíd mortales el grito sagrado Libertad... Libertad... Libertad... Oíd el ruido de rotas cadenas ved el trono a la noble igualdad. Ya a su trono dignísimo abrieron las Provincias Unidas del Sur y los libres del mundo responden al gran pueblo Argentino salud. Sean eternos los laureles que supimos conseguir coronados de gloria , vivamos o juremos con gloria morir

LEYENDA DEL TANICU dios de los pobres

El primer domingo de Octubre, las familias del departamento Salavina celebran el día de "EL TANICU". Este mitológico personaje es también llamado, "EL DIOS DE LA MISERIA", pertenece al género de las creencias centrado en la demonología, es decir, en aquéllas por las que se le adjudican al demonio poderes de disposición que beneficia, no malignos, en este caso, de beneficios económicos. No existe temor por su aparición, sino por el contrario, un gran anhelo de su visita, que finalmente ha de beneficiar a quienes tengan el privilegio de haber sido elegidos por el Tanicu para compartir un almuerzo. Se trata de un joven que vive oculto en las entrañas del monte, en una situación de mísera permanente, a juzgar por las ropas que luce, lo que justifican esta presunción. Sus atuendos son desalineados y rotosos, pantalones remendados, sombrero viejo y desprolijo, harapiento, no tiene calzados y sus pies delatan que nunca los tuvo por enormes tamaños y el aspecto costroso y c

La Telesita, leyenda argentina

LA TELESITA Cierta vez, en los montes de SANTIAGO DEL ESTERO, habitaba una jovencita Telesfora Castillo, Telesita para quienes la conocían y la querían. Vivía sola, sin que se le conociera familia ni casa donde habitar. Suponían que era muy pobre ya que se presentaba vestida casi en harapos y descalza. Llevaba cantarito de agua sobre su cabeza en algunas oportunidades y en otras un poco de leña. De tanto en tanto aparecía atraída por los ecos de la música. Amaba la música y la danza, se apartaba del grupo de gente y sola bailaba acompañando los compases de la música, dando golpes sobre su cantarito, bailaba marcando los pasos de la danza con pies tan leves que parecía no tocar la tierra Cuando amanecía y la fiesta llegaba a su fin, todos veían a la Telesita regresar al bosque, hasta que hubiera otra. Cuando se hizo otro baile, Telesita no acudió a la fiesta, todos advirtieron su ausencia. Fue inútil que pusieran la música fuerte, esperando que así viniera. Todos preocuparon, inquieto